jueves, 8 de septiembre de 2011

EL ARTE DE ESTAR SOLA*



Si digo que '' busco novio '' es porque a menudo me provoca conocer a algún chico  –como parte de esa pieza que falta en el rompecabezas de mi corazón.

     Pero tampoco me hago problemas. Si llega, genial. Si no, también. La soledad, lejos de intimidarme o asustarme, me resulta confortable. Siempre ha sido así para mi.

     Alguien podría jalonearme las orejas y con razón y preguntarme ''si tanto te gusta estar sola, qué diablos haces buscando novio ”. Y yo podría defenderme diciendo que una cosa lleva a la otra, porque me parece que únicamente las personas que saben estar solas pueden advertir y valorar después la dimensión de una buena compañía.

     Por eso me irritan un poco las personas que no saben estar solas. Esos hombres y mujeres que creen que la soledad es sinónimo de acabamiento, derrota o exclusión. Personas que buscan por todos los medios emparejarse, y terminan enganchándose con alguien a quien no aman, pero que representa eso que tanto persiguen. Sin darse cuenta, acaban enamorados de una figuración, de un espejismo: no de la persona, sino de lo que la persona temporalmente encarna.

     Me apenan las personas que no se soportan a sí mismas, que no se toleran, que se asfixian en el silencio de sus habitaciones, y que no se interpelan delante del espejo por miedo a descubrir vaya uno a saber qué incómodas verdades. Esas personas, con tal de combatir su paranoia de quedarse solos, son capaces de estar con quien pueden y no con quien quieren, ignorando que así extienden su tragedia.

     Esa actitud responde a una típica mentalidad empapelada de frases como ''voy a darme una oportunidad con élla ”, ''no la amo, pero la necesito ''  o  '' sé que con el tiempo puedo enamorarme de ti ''. Desconfíen cuando escuchen esas gentiles farses, porque detrás de ellas suele haber gente cobarde, medrosa y timorata que hipoteca su libertad y se abraza a una relación en la que no cree. 

Por eso y por ahora yo AMO mi soledad... he aprendido mucho de ella y de Hecho seguiré aprendiendo...
Y como dijo Jean Paul Sartre: "El hombre está condenado a ser libre", seámoslo entonces.

ICYL*

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