lunes, 8 de octubre de 2012

TÍPICO


Las nueve leyes maternas


El síndrome del nido vacío, que nada tiene que ver con Angry Birds, se manifiesta en madres que ven como sus hijos se independizan en aras de comenzar una nueva vida lejos del lecho materno.  La distancia geográfica no importa pues la pesadumbre es la misma. Y sus comportamientos, habitualmente, también. 

1. No codiciarás tuppers ajenos. Una vez alcanzada la independencia, el vínculo hijo-madre se establece a través de los tuppers. Esos pequeños envases de plástico son el maná. Suele ocurrir que debido al proceso de congelación llegue un momento en el que desconozcas por completo el contenido de los mismos. Es por ello que muchas madres tienen la consideración de incluir anotaciones con rotulador del estilo 'caldito para las resacas'. No los abandones durante meses en el hastío refrigerante, ellos nunca lo harían. Y lo más importante. Ten en cuenta que la primera petición materna tras comunicar que pasarás el fin de semana en casa es: "Pues no te olvides de traer los tuppers vacíos".

2. No viajarás en Carro propio. "Leí por ahí. Escuché en la radio. Me dijo la tía...  que no llevan gasolina y es muy peligroso. A casa vienes mejor en bus o en tren, que además es más barato y puedes ir leyendo". Pues eso.

3. No asumiré que sabes valerte por ti mismo cuando vaya a visitarte. Viene a verte a tu casa y tú te afanas por mantenerla impoluta. Pero nunca será suficiente. Incluso puede que traiga sus propios productos de limpieza para proceder a la correcta desinfección de las estancias. Te cambiará las cosas de sitio, te dirá que pones la lavadora a una temperatura inadecuada, apostillará eso de "de vez en cuando hay que barrer, ¿eh?", y al salir de casa comentará eso de:

-¿Habrás cogido las llaves, no?
-Pero mamá, que llevo viviendo solo dos meses. 
-No será la primera vez…

4. No irás lo suficientemente bien vestido o abrigado nunca. Si no examina tu vestimenta con suspicacia, empieza a sospechar. Lo que para ti es trendy para ella será sinónimo de Emmett Kelly. "Es que parece que lo haces a propósito, con esa camiseta andrajosa. Ay hijo, de verdad, para una vez que vienes…". Cuidado con los rotos que vienen de fábrica en los pantalones, puedes encontrarlos cosidos y bordados al mínimo descuido. 

5. Me hablarás por Whatsapp. Sí, el momento ha llegado. Ese primer "Hey there! I´m using whatsapp" de tu madre. Esas primeras treinta preguntas condensadas en una línea tras media hora de 'escribiendo'. Debes recordar que a menos que tu madre tenga mucha destreza tecnológica no entenderá comentarios del estilo 'xD' o  'LOL'. Y te exigirá muchas fotos. "Pero sal tú, hijo. Que se te vea bien".

6. No ocultarás romances o desventuras
. Ella se acabará enterando a través de ese hermoso sentido mamarácnido que atesoran. El "your mother should know" beatleriano es extrapolable a todo lo que ocurre en tu vida pese a los kilómetros de distancia. Nunca respondas con un "nada, no seas pesada" a sus tanteos investigativos. Será peor. 

7. No dejarás que haya más de dos llamadas perdidas sin responder. Ten por seguro que no pensará que estás ocupado o es mal momento. Ni mucho menos. Habrás sido víctima de un secuestro, un atentado, te habrá abducido un OVNI o habrás experimentado una teofanía. 

8. No encontrarás tu habitación cómo la dejaste. Vuelves de visita y en el mejor de los casos tropezarás con un par de cajas acopiadas en un rincón bajo la indicación 'trastos viejos para dar o tirar'. Ten por seguro también que tu armario ya no será tu armario y tu habitación se habrá convertido en un sucedáneo de trastero. 

9. Ya lo entenderás cuándo seas padre.

Ah, y ve con cuidado.


Típico de todas las madres c todos sus hijos e hijas, lo son así desde que somos pequeños, peor aún cuando 'crecemos' aunque para ellas nunca pasa.


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