¿Te fue mal en tus cursos?
¡No te desalientes!
¿La universidad te está costando más de lo que te imaginas? Entonces, lee este post.
En tu vida universitaria habrán muchos tropiezos: cursos que reprobaste por mucho o por poco, por no ir a clases, exámenes fallidos, trabajos mal hechos, peleas con tus compañeros de grupo o en el peor de los casos, con tus amigos, problemas disciplinarios por ese docente que no entendió tu punto de vista o tu forma de vivir la vida, problemas diversos.
Ya te digo, la universidad no es fácil, no importa cuál sea; cuesta. ¿Pero quién alguna vez te dijo que lo que fuera que valga la pena, es fácil? Nadie, porque no lo es. Son los cinco años más intensos de tu vida, dónde tendrás que demostrar tu potencial, lo mejor de ti. Sí, claro que existirán cursos que no te gusten, profesores insoportables, materias totalmente metódicas y estructuradas, pero lo que importa al final de cada ciclo, de cada examen dado, es ver ese objetivo: tener un título.
Al ingresar puede ser que te adaptes muy bien al ambiente, que seas el alumno más responsable y aplicado y asistas a todas tus clases, pero también puedes caer muchas veces, pero por favor, si lo haces, no te desalientes. Lo que importa realmente es cuánto te guste lo que haces, cuán enamorado estés de tu carrera y la idea de salir de los salones para poder practicarla en la vida real dónde no hay profesores ni cursos, sino jefes y proyectos con una fecha de entrega.
Porque al final, vas a la universidad para eso: ejercer. Quizá te pueda pasar que sientas que has practicado y educado tanto fuera de clase que sabes más que tus docentes, sin embargo, es importante que aprendas a apreciar las clases y tu momento de ser alumno, de ser universitario porque nunca sabes cuándo puede pasar que el mundo real puede ser mucho más feo de lo que te imaginas y quieras volver a hacer monografías tediosas en lugar de ir a una oficina.
Aprovecha tu momento de ser universitario, de ser joven, de aprender. No te desalientes por los malos resultados, un promedio ponderado no va a definir tu futuro profesional. Confía en que siempre vas a ser lo que quieres ser y cuándo egreses sabrás todo lo que te costó llegar hasta ahí y tendrás la satisfacción de saber que estás preparado para ofrecerle al mundo tu conocimiento y hacer de este, un lugar más habitable, más humano.
Buena impresión: 5 pasos
La primera impresión es clave al momento de conocer a un persona porque gracias a ella existirá la posibilidad de que puedan contratarnos en un trabajo o de que seamos mal juzgados.
Desde la ropa y accesorios que llevamos hasta el lenguaje paralinguístico que empelamos, todo forma parte de la creación de la primera impresión, esa que es difícil de borrar.
Existen 5 pasos que te ayudarán a dar una buena impresión:
- Establece tu intención: Antes de cualquier encuentro, piensa en qué tipo de personas quieres conocer y qué tipo de interacción quieres tener con ellas. Eso te permitirá concentrar la energía adecuada para cada evento.
- Sé consciente de tu lenguaje corporal: Tu postura y cada movimiento que realizas es importante. Debes ser consciente de ello para tener mejoras inmediatas. El apretón de manos es muy importante, asegúrate de que exprese seguridad.
- Muéstrate interesado: El interés que muestres por conocer gente y conocerlos se notará en una primera impresión. Esta reacción es contagiosa y ayudará a tener mejores conversaciones y conexiones duraderas.
- Piensa en tu atuendo: Ropa y accesorios, estos elementos sirven para que los demás puedan emitir juicios iniciales sobre nosotros. El reloj de los hombres puede decir mucho sobre ellos, así como los bolsos, aretes, peinado y maquillaje de las mujeres. Es importante que tu estilo diga algo que realmente quieres comunicar.
- Evita los malos días: Evita asistir a cócteles o reuniones fuera del trabajo si estás deprimido o ansioso. Las personas se dan cuenta de nuestro mal humor a través de gestos faciales, comentario o lenguaje corporal.
Social Media: actuar, conversar y atreverse a ser creativos
Las redes sociales pueden ser riesgosas, pero en la web 2.0 no hay lugar para cobardes.
"Quién no arriesga, no gana" reza el refán y aunque siempre es arriesgado afrontar un nuevo reto, situación porque aunque nunca se sepa en que pueda terminar tu atrevimiento, es importante ser consciente de la necesidad de emprender, de ser creativos y de tratar de diferenciarte de los demás.
Las redes sociales han llegado con mucha fuerza e influencia en la reputación de las pequeñas y grandes empresas. Cada vez se reafirma más la importancia que tiene estas nuevas plataformas a la hora de su implantación en nuestro tejido empresarial.
Sin embargo, a pesar de esta notable importancia, existen aun, muchos que no se atreven a dar el salto a la Web 2.0, tal vez por desconocimiento o cobardía. Pero no hay lugar para los cobardes en las redes sociales.
Alguien que no se atreva a establecer un doble canal de comunicación para permitir que sus clientes se comuniquen con ellos abiertamente, no debe entrar a redes sociales. Si no eres capaz de convertir la conversación con nuestros clientes por temor a estar expuestos a sus críticas y a sus quejas, no debes entrar en redes sociales.
La cobardía de no ser capaz de crear un nuevo modo de relacionarnos con nuestros clientes te llevará a que tus competidores aprovechen a la audiencia y a saber qué es lo que quieren.
La importancia del Social Media es saber actuar, conversar y atreverse a ser creativos.
FUENTE: UNIVERSIANDO.COM
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