sábado, 7 de enero de 2012

CuR!O$iDaDe$+

¿Cuáles son los orígenes de la comida chatarra?

La explosión del fast food americano cobró fuerza en los años setenta bajo la administración del presidente estadounidense Jimmy Carter.


ISMAEL BARRIOS ABOGADO (*)
Artículo de opinión

La explosión del ‘fast food’ americano cobra especial fuerza en los años setenta bajo la administración del presidente estadounidense Jimmy Carter, quien cambia los objetivos alimenticios de ese país para ofrecerle a sus ciudadanos variar una dieta basada, hasta entonces mayormente en carbohidratos, por otra en la que se podía consumir más carne.

El modelo tuvo su soporte en el Farm Bill, una ley a través de la cual se subsidiaban diversos productos agrícolas, entre ellos los granos y especialmente la producción de maíz. Al unirse esto a los avances científicos, se rompió el ciclo natural y las cadenas alimenticias del ganado.

Así, por ejemplo, animales herbívoros como las vacas pudieron ser alimentados con maíz. Hoy en día la lista de animales incluye a cerdos, corderos y salmones, e incluso el insumo se utiliza desde los años ochenta para endulzar bebidas en vez de utilizar azúcar. Aun más impresionante resulta el hecho de que las cajas de cartón, los pegamentos o la pasta de dientes pueden contener algún componente derivado del maíz.

Este apoyo tuvo por objetivo central crear comida barata para los estadounidenses más pobres y utilizar de esa manera los excedentes de la producción en calorías de bajo costo. Con ello surgió una nación con gran porcentaje de la población sufriendo de obesidad y problemas de salud.

Al margen de estas razones, ¿por qué se acentúa el éxito del ‘fast food’ en Estados Unidos? Entre otros motivos, esto también se debe a que es un país sin cultura culinaria, sin una identidad nacional que se vea representada a través de su comida.

CASO PERUANO

Por el contrario, en el Perú, en donde existe una identificación por parte del ciudadano con la comida local, ¿por qué el Ministerio de Salud debe proponer una medida tan drástica como gravar con impuestos a la comida chatarra con la finalidad de reducir su consumo?

¿Es un asunto netamente educativo? ¿Tiene acaso que ver con el hecho de que consumir grasas hace ‘feliz’ a la gente y especialmente a los niños? Tal vez se relacione más a que el crecimiento económico peruano ha elevado los precios de los productos de consumo diario y ahora resulta barato para una ama de casa pagarle a su hijo una hamburguesa de S/.5 en un restaurante de ‘fast food’, en vez de comprar los mismos insumos en un supermercado y prepararlos en casa.


Fuente: El Comercio.pe

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